jueves, 1 de noviembre de 2012

Paulino Lorences Nuevo presidente de la Escuela de Hostelería Lorena VALDÉS Tras 18 años al frente de la gestión de su restaurante Al Son del Indiano en Malleza (Salas), que ahora ha delegado en su socio y jefe de cocina Luis Rubio, el hostelero Paulino Lorences acaba de ser nombrado presidente de la Fundación Escuela de Hostelería Principado de Asturias, que se mudará próximamente del Campo San Francisco al polígono de Olloniego. A pesar de que a cada paso sus conocidos le recuerdan «el gran reto que acaba de asumir», a Lorences no le asusta este nuevo desafío y se muestra tan ilusionado como en 1993, cuando decidió abrir un restaurante de lujo en medio de un pueblo abandonado y servir pastel de ortigas en lugar del tradicional pote asturiano. A sus 52 años, el hostelero, miembro de la junta directiva de Hostelería de Asturias, se pone al frente de un proyecto en el que «la innovación y la formación de máxima calidad serán determinantes para su éxito». Lorences, ex concejal salense por el PSOE, llega dispuesto a abrir las puertas de la escuela de par en par a las nuevas técnicas culinarias y a un amplio abanico de colectivos. -¿Cuáles son sus proyectos más inmediatos? -Tras 20 años en funcionamiento con un gran éxito, la escuela está preparada para asumir nuevos proyectos y sobre todo innovar gracias a su equipo humano. Los próximos cursos no se enfocarán exclusivamente a la formación tradicional, sino que se organizarán también «cursos exprés» no sólo para profesionales del sector o gente desempleada, sino también para colectivos como la Once o empresas del sector agroalimentario, con un gran peso en el Principado. Asimismo, abriremos las puertas del centro a personas que quieran aprender a cocinar con cursos de corta duración. -Su llegada coincide con el traslado de la Escuela del Campo San Francisco a Olloniego. -Nosotros estamos preparados para el traslado en cualquier momento. Ahora, sólo depende de que esté listo el equipamiento del edificio, que corre a cargo de la Cámara de Comercio, «padres de la criatura», y que, por los que sabemos, ya ha sido licitado. Esperamos que el cambio de sede se produzca antes de septiembre. Como siempre, contamos con la ayuda, además de la Cámara de Comercio, de FADE y Unión Hotelera. -Para innovar ¿hay que jubilar al pote? -En absoluto. Lo que hay que hacer es actualizar la manera de elaborar platos tradicionales con las nuevas técnicas de trabajo. La cocina asturiana tiene que evolucionar, afrontar una nueva etapa. El actual pote no es más que una evolución del pote de castañas y la fabada un plato relativamente moderno. -¿Pretende imprimir a la escuela el sello de su restaurante? -Lo cierto es que tengo la misma ilusión que en 1993, cuando decidí abrir un restaurante de lujo en un pueblo en medio de la nada e incluir en la carta platos como pastel de ortigas, ancas de rana o mojama judía, ya que estaba convencido de que nadie iba a ir expresamente a Malleza a comer pote. En este tiempo muchas generaciones de nuevos cocineros se formaron en nuestra casa y eso es una gran satisfacción. -Con tanta innovación, ¿van a desaparecer las tradicionales cocinas de fogones en la Escuela de Hostelería? -La cocina de fogones va a tender a desaparecer en las cocinas de los restaurantes, donde la pieza clave será el horno de convección al vapor, en el que se pueden elaborar varios platos simultáneamente, con el consiguiente ahorro de costes y tiempo. Este sistema permite conservar las propiedades de las materias primas en unas condiciones que rozan la perfección. -¿Se ha perdido la vergüenza a enseñar la cocina? -Totalmente. Hasta hace poco las cocinas estaban en el lugar más escondido del local y estaba prácticamente prohibido que los comensales accediesen a ellas. Ahora muchas están a la vista del público, y así debe ser, uno nunca debe avergonzarse de su cocina. -¿Cuáles son las claves del éxito de la gastronomía asturiana? -La cocina de la región está más viva que nunca y eso se debe en parte a que cuenta con cocineros de éxito que han cosechado importantes premios pero no se creen dioses que cayeron sobre la tierra. Sus galardones no se les han subido a la cabeza. Los reconocimientos no son suficientes para sostener un negocio; como prueba, tres restaurantes con una estrella Michelín de Asturias han cerrado sus puertas. -El pincho, ¿le convence? -Me parece un excelente ejemplo de revolución. Los hosteleros han sido capaces de crear propuestas en miniatura con gran variedad de sabores y una estética impecable a un coste ridículo. -La presentación de los platos ha evolucionado también notablemente. -Hoy ya no te tira nadie sin más la comida en la mesa. Hasta en un menú del día de 8 euros se cuidan los detalles. El nivel de satisfacción de los clientes de la hostelería asturiana es altísimo. -¿Qué consejo le da a quien empieza en la cocina? -Que nunca pierdan la inquietud de la juventud. A cualquier edad se puede mejorar una técnica, y para ello es imprescindible formase continuamente. Por ello, en la escuela contaremos con un excelente equipo de formadores y traeremos también a gente de afuera. -¿Quién le enseñó a cocinar? -Primero aprendí a comer bien, y todo aquél al que le gusta comer acaba cocinando, o al menos haciendo sus pinitos. Uno de los primeros platos que elaboré fue el pastel de ortigas, para una comida con amigos en mi época vegetariana hippie, luego esa receta dio la vuelta al mundo. -¿Comparte las recetas? -Todos los grandes platos suelen ser muy sencillos y este pastel sólo lleva como ingredientes las ortigas, huevo, nata, sal y pimienta. «La cocina de fogones va a desaparecer de los restaurantes, el futuro está en el horno de convención a vapor, que ahorra costes y tiempo al elaborar varios platos a la vez»

1 comentario:

  1. Sr. Paulino Lorence de Malleza:

    Mi nombre es Carlos Augusto García Egures y soy descendiente directo de los antiguos pobladores del Pozo o el Pozu, sobre las Sierras del Llano. Mi abuelo José Ramón García Díaz, nació en la casa –“Lo de servando”- en la que actualmente viven los primos de mi padre Manuel Antonio García y Pily (María del Pilar González), padres de María José y Santiago García; frente a lo de Marité y Josenín.
    Mi abuelo era hermano de Constantino padre de Manuel Antonio García y emigró a la edad de 30 años a Montevideo Uruguay, en el año 1943, junto con su mujer Aurora Puerta Llana oriunda del consejo de Parvia. En ese entonces ya no vivía en el Pozo sino que se había trasladado para la Comparada donde construyó su propia casa.
    El motivo que me impulsa a comunicarme con Ud. es un breve relato que plasmara en un librillo que llegó a mis manos de las fiestas en honor a San Luís en el Pozo. En dicho ejemplar Ud. hace una narración sencilla aunque fascinante, a mi humilde modo de entender, donde relata las características del lugar e incluso saca de dudas respecto a los distintos nombres que se le dan a la sierra “Del Llano”, “Sandamias”, “El Valsagra” y “Monxagre”. Este artículo aunque breve ha sido de gran estima para mí, ya que estoy abocado a la redacción de un libro que relate la historia de mi abuelo. He recogido muchos testimonios, de vecinos, amigos y parientes, incluso he estado en una de las fiestas del Pozo en el año 2009, pero pese a ello nadie ha podido darme una descripción tan profunda sobre los orígenes de las fiestas de San Luís en el Pozo como es mi deseo. No obstante su artículo me da algunas pistas que agradezco enormemente, sobre por ejemplo el origen de la adoración en tal lugar.
    La documentación que actualmente poseo me ha permitido comenzar el primer ensayo del libro que me he propuesto y que tiene como título del primer capítulo “El Pozu”, pues este lugar maravilloso, más allá de su sencillez merece un capítulo entero. Nadie puede entender sus orígenes ni la idiosincrasia de sus antepasados si no conoce las características y la historia del suelo que los forjó.
    Por lo anteriormente expuesto me dirijo a Ud. para solicitarle tenga la amabilidad de ayudarme en este proceso de búsqueda, a fin de mantener vivo en el recuerdo los relatos que forman parte del pueblo de origen de mi tan apreciado abuelo, hombre admirable que supo trasmitirme con afecto todos los valores asturianos que luego constaté en persona al estar un año viviendo en Avilés y visitando los distintos pueblos de la zona.
    Agradezco entonces tenga a bien ponerse en comunicación conmigo a mi mail gaaarcia@hotmail.com a fin de proporcionarme una información más amplía para enriquecer la narración biográfica en la que estoy abocado.
    He leído sus publicaciones, he notado su amor por sus raíces asturianas y en especial por los sencillos pero maravillosos pueblos que la constituyen. Comparto ese amor más allá de las distancias geográficas o etarias, y me he propuesto por medio de este libro mantenerlas vivas en el personaje de un sencillo asturiano que supo dar lo mejor de sí todos los días de su vida y a quien pretendo honrar.
    Si desea constatar mi identidad, póngase en comunicación con mis primos antes nombrados del Pozo, soy el hijo de Jorge el Carpintero y actualmente vivo en Maldonado, Uruguay. Me desempeñó como docente de educación primaria y funcionario del gobierno departamental.
    Desde ya quedo muy agradecido por su colaboración, pues aunque sea mínima será de gran ayuda para mi labor.
    Muy atentamente
    Carlos García Egures

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